Frecuentemente, nos encontramos en cada consulta y sesión, con un alto porcentaje de pacientes que tienen problemas de espalda, o alguna patología en la que la espalda es la protagonista. El dolor, ya sea lumbar y/o cervical, repercute directamente en la calidad de vida, en todos los campos de nuestras vidas.
En muchas ocasiones, la causa no tiene porque ser sólo una enfermedad de la columna vertebral, sino que se debe a la influencia de determinados factores de riesgo, como lo pueden ser el mantenimiento de posturas incorrectas, trabajos pesados, movimientos repetitivos, y otros asociados a factores psicosociales como el estrés o la ansiedad. Sin darnos cuenta y de forma inconsciente, adoptamos hábitos de reposo o posturas más cómodas, pero que a la larga son negativos y contraproducentes para nuestra espalda.
¿Te resulta familiar tener la espalda inclinada mientras estás frente al ordenador? ¿Por qué decimos que son negativas? Estas posiciones generan un mal funcionamiento en nuestro sistema músculo-esquelético, que lleva a crear consecuencias sobre el raquis y los discos intervertebrales, tendones y ligamentos. Dicho de otra forma, estos esfuerzos de postura que a primera vista nos hace estar cómodos y relajados, conlleva a la aparición de dolores y patologías para nuestra espalda, y nuestro cuerpo.
¿Sabías que el dolor aparece como mecanismo neurológico de defensa? Al cerebro le llega la información de que un tejido está en peligro y es necesaria la actuación. ¿Qué ocurre en esta instancia? Vamos a tener diferentes respuestas motoras, del sistema inmune y de conducta. Entre ellas está la activación de redes nerviosas, el desencadenamiento de la inflamación y las contracturas musculares; todas esenciales para el proceso de reparación.
Cuando un paciente nos consulta por este tipo de problema, es de gran importancia entender que el tratamiento terapéutico siempre debe estar enfocado en tres pilares básicos: el psicológico, el social y el biológico. Por ello, dentro de los tratamientos con mayor nivel de evidencia científica hoy en día descritos, nos encontramos con la terapia manual desempeñada por un fisioterapeuta especializado. Este profesional valorará las posibles técnicas a trabajar con el paciente, así como la enseñanza de actividades colectivas, promoción de auto-cuidado y el fomento del retorno de actividad laboral y sociocultural.
¿Qué actividades podemos hacer para mejorar nuestra posición cervical? Escuela de espalda, hidroterapia, pilates, hipopresivos, yoga, streching, además de la combinación de programas de ejercicios en colchoneta y acuáticos. Todos estos ejercicios están enfocados no solo en la reeducación y concienciación postural, sino en lo físico y psicológico, para identificar los hábitos no-saludables de los que venimos hablando anteriormente.
Una gran parte de la población se ha acomodado a una vida más sedentaria debido a los dolores de espalda que pueden tener. Lo interesante de esto es que adquirir una vida activa moderada (no es necesario convertirse en deportistas de élite), reduce exponencialmente los riesgos de patologías de espalda.
Trabajemos desde la prevención.
Quién sabe de dolor, todo lo sabe
Dante Alighieri
A continuación, os comparto material audiovisual para trabajar los dolores de espalda y sus estiramientos con sencillos ejemplos que nos proporciona el canal de FisioOnline.
Libro recomendado:
Autores: David Butler y Lorimer Moseley.
Estos dos autores han dedicado décadas de investigación e innovando para detectar los posibles mecanismos que provocan el dolor.
Como se habla en “Explicando el dolor”: Todo dolor es real. Y para mucha gente es una parte que dificulta su vida diaria. En estos momentos se sabe que conocer más acerca de por qué las cosas duelen puede realmente ayudar a la gente a superar su dolor.
Extra: Sigue aprendiendo sobre los dolores
Si has llegado hasta aquí, te va a encantar este video sobre los dolores. ¡Sí, en serio! Vas a poder entender comprender un poco más sobre cada tipo de dolor, forma de mejorarlo, etc. Mejor échale un vistazo y compruébalo por ti mismo.